8. China y su coche «poco» comunista

A pesar de tratarse de un país de ideología comunista, el presidente chino, Xi Jinping, no viaja en un coche barato. Su Hongqi L5 Limousine cuesta casi 700.000 euros. «Hongqi» se traduce como «bandera roja», precisamente en alusión al sistema que rige la nación. El coche tiene un aire retro, inspirado en los modelos producidos por la marca, la más antigua del país, para Mao y el resto de dirigentes comunistas.
El modelo se ha hecho muy popular entre los miembros de las altas esferas chinas. A pesar de sus más de 3000 kilos de peso, pasa de 0 a 100 kilómetros por hora en solo 8 segundos. ¡Todo un bólido!
9. Brasil, en desuso

El presidente brasileño, Michel Temer, se desplaza en un coche cuyas señas son la elegancia y la clase. Hablamos de un Rolls Royce Silver Wraith, cuyo precio estándar ronda 100.000 euros. Sin embargo, este es una adaptación de los fabricantes H. J. Mulliner & Co. El automóvil fue adquirido por el presidente Getulio Vargas en 1953. En la actualidad solo se utiliza en marchas ceremoniales y eventos de gran pompa.
El coche que se utiliza de forma diaria para llevar al mandatario de lugar a otro es un Ford Fusion Hybrid del año 2011. Esta versión, más ecológica, está blindada.
10. El coche marroquí, un habitual

El actual rey de Marruecos, Mohammed VI, posee al igual que Kim-Jong un, una variante del clásico Mercedes-Benz 600. Este autocar es muy popular entre los dirigentes mundiales. Saddam Hussein, Robert Mugabe, Idi Amin o Nicolae Ceaușescu han poseído uno. El precio de estos ronda el millón de euros. El del dirigente marroquí fue encargado por su padre, Hassan II.


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