Motores diésel. Con la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez, se ha lanzado la noticia de que es posible que los motores diésel no tengan cabida en España dentro de poco. A continuación, vamos a analizar qué consecuencias puede acarrear esta decisión y qué reacciones ha generado. Después de todo, muchos aseguran que no hay razón para aplicar esta prohibición. Descubramos por qué.
La polémica generada alrededor de los motores diésel
Todo ha empezado desde el momento en que la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado la posibilidad de retirar los motores diésel. Este hecho, sumado al contexto en que el gasóleo ha incrementado su precio considerablemente, ha causado que muchos teman las consecuencias. Por ello, vamos a explicar a cuántas personas podría afectar esta decisión, aparte del sector, y porqué muchos creen que se trata de una medida injustificada.
¿A quién afectaría la retirada de los motores del diésel?
Pues a más de la mitad de los propietarios de vehículos en España. Después de todo, son muchos los que a lo largo de lo años han ido obteniendo vehículos de motores diésel debido a que el precio de dicho combustible era más baratos y a que estos tienen una mayor duración de vida. De hecho, aunque actualmente parece ser que las ventas giran en favor de los motores de gasolina, durante el primer semestre se ha llegado a vender casi en un 40% los motores diésel en relación al total de vehículos.
Es decir, que el hecho de prohibir los motores diésel acabaría afectando a gran parte de la población, lo que provocaría un golpe difícil de asimilar y una opción inviable. No obstante, hay que tener en cuenta que puede que se vaya a proponer un plan a largo plazo. Sea como sea, a continuación vamos a ver qué ocurre respecto a las emisiones de los motores diésel para averiguar si es realmente necesario prohibir su circulación.
Las emisiones de los motores de gasóleo
En este sentido, hay una parte buena y una parte mala. Por un lado, ocurre que los actuales motores diésel, los Euro6, llegan a contaminar menos que los propios motores de gasolina. Este hecho es una prueba que iría en contra de la decisión del gobierno. No obstante, a pesar de que estos motores a lo largo de los años han conseguido renovarse para llegar a contaminar más de un 80% menos, hay una razón que explicaría tal decisión. Y es que, la mayor parte de vehículos con motores diésel son de hace bastantes años, por lo que seguirían contaminando en bastante más proporción que el resto de vehículos.
Así pues, prohibir de forma general los motores diésel no sería realmente acertado. De hecho, lo que estaría acertado, quizá, sería impulsar la renovación de los vehículos para retirar los que no cumplieran con las exigencias de contaminación.
Una política ecológica de largo plazo
De esta forma, habría entonces que seguir los propios pasos de la Unión Europea. Después de todo, esta está intentando propiciar el uso de energías limpias, pero siendo consciente de que no se puede cambiar a corto plazo un hecho que está tan implementado en la sociedad.
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