Los coches presidenciales más llamativos del mundo

Rolls-Royce Phantom IV

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Tal vez sea de todos los modelos que integran la colección de coches de Juan Carlos I sea uno de los más famosos por su presencia en las ceremonias oficiales. El Phantom es el único modelo de Rolls-Royce que viene equipado con un motor de ocho cilindros en línea.

Gracias a este equipamiento este vehículo puede recorrer grandes distancias a una velocidad muy baja. Sin duda alguna una característica importante en un coche ceremonial como este. Pese a esto el Phantom también es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h.

De este exclusivo modelo sólo se  llegaron a fabricar 18 unidades entre 1950 y 1956. La mayor parte de ellas fueron vendida exclusivamente a miembros de la realeza y jefes de Estado. Actualmente la mayor parte de ellos se encuentran en colecciones públicas, privadas o en museos.

La producción de este coche supuso un importante giro en la política de producción de la marca. Previamente a él había sido descartada la opción de producir coches de alta gama después de la Segunda Guerra Mundial.