Revisar un coche de segunda mano antes de comprarlo es importante para garantizar que el vehículo está en buen estado y que no cuenta con vicios o defectos ocultos que pueden generar problemas en el futuro. Antes de efectuar la compra es importante tener unas consideraciones previas como definir el presupuesto y decidir cuánto estás dispuesto a gastar en el coche, incluyendo los costes asociados a la compra, como puede ser el seguro o el cambio de titularidad.
Es recomendable hacer una pequeña investigación para buscar el modelo que te interesa y mejor se ajusta a tus necesidades. De esta forma, podrás comparar precios en diferentes sitios web y concesionarios. También se pueden consultar las opiniones de otros propietarios del mismo modelo, de esta forma se pueden detectar pautas comunes que nos pueden poner en alerta y evitar así problemas futuros.
Aspectos a revisar durante la compra
Olvídate de comprar un vehículo sin antes hacer una buena revisión. Teniendo claro cómo se revisa un coche de segunda mano evitaremos que se escapen detalles que puedan generar preocupaciones en el futuro. Puedes empezar por revisar el exterior del vehículo buscando cualquier signo de daño en la carrocería, como golpes, abolladuras o arañazos. Debes revisar tanto las puertas como el capó, el maletero o las defensas.
Presta atención a las zonas propensas a la oxidación, como los pasos de rueda, los bajos del coche o las juntas de las puertas. Comprueba que la pintura está uniforme y en buen estado y analiza si hay indicios de repintado, como diferencias de tono o textura.
Fíjate bien en los cristales. No deben estar ni rotos ni agrietados. En caso de que cuenten con elevalunas eléctricos, revisa que funcionan correctamente y que los mecanismos de cierre y apertura de las puertas no se bloquean.
Debes revisar también el estado de los neumáticos: profundidad del dibujo, desgaste uniforme, ausencia de grietas o cortes… Comprueba también la fecha de fabricación y que no supere los diez años.
El sistema de iluminación es otro de los puntos en los que hay que prestar especial atención. Comprueba que todas las luces funcionen correctamente, tanto las delanteras (de cruce, largas, antiniebla), como las traseras (de posición, freno, intermitentes) y las interiores. Asegúrate de que las tulipas no estén rotas, agrietadas o amarillentas.
Prueba mecánica
Es importante revisar debajo del capó para comprobar que el motor y los demás componentes están en buen estado. Pide al vendedor toda la información posible sobre el historial del coche, así verás si ha tenido algún accidente o las reparaciones a las que ha sido sometido.
Además de ello, puedes solicitar un informe del historial del vehículo a la Dirección General de Tráfico (DGT) para asegurarte de que no tiene cargas o gravámenes
Debes hacer una prueba de conducción para asegurarte de que te gusta cómo se conduce y si se adapta a lo que buscas. Así también podrás detectar si hay sonidos o vibraciones que puedan estar asociados a un mal funcionamiento.
En resumen, comprar un coche de segunda mano puede ser una buena forma de ahorrar dinero, pero es importante investigar y tomar las precauciones oportunas para verificar el buen estado del vehículo.
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